martes, 14 de junio de 2011

Capitulo 3 - Lonely


Me he levantado con algo de dolor en mi cabeza. He dormido poquísimo, y ayer escuche mucho ruido, es normal. Kate ya ha preparado el desayuno para las dos. Me está diciendo que vamos al mismo instituto, pero a distintas clases, ella tiene un año más que yo. Asique ni ella misma sabe qué tipo de gente me encontrare en la clase. Siento que mi nivel de inglés no es muy alto, y que voy a hacer el ridículo delante de todo el mundo, por eso espero que sea una clase pequeña, poca gente, menos risas, menos vergüenza.
Sigo pensando en mis cosas mientras preparo la mochila y me lavo los dientes. Hoy no me voy a alisar el pelo, con lo cual, lo dejo más o menos ondulado con la espuma de Kate. Eso me recuerda a que después de clase tengo que ir de compras, tengo que dejar de aprovecharme de ella.
Parece que las dos estamos listas, asique nos disponemos a ir a la parada del bus, que no tarda mucho en venir. Nos sentamos en la parte de arriba, y Kate no para de preguntarme si estoy bien, voy nerviosa, o si necesito ayuda en algo. No quiero molestarla más, por eso la niego todo con la cabeza, pero realmente, no, no estoy bien, estoy nerviosísima y necesito a alguien que les traduzca lo que quiero decir. He decidido ponerme los cascos luciendo una falsa sonrisa para que Kate no se preocupe más por mí, aunque estoy segura de que lo está.
Nos bajamos. Puedo ver el “leonero” desde aquí. A cada paso que doy, más miedo siento. Intento pensar en inglés, pensar cómo voy a decir las cosas, como voy a reaccionar cuando me pregunten. Quiero estar preparada. Entramos dentro y Kate me lleva hasta mi nueva clase. Se despide de mi con la mano y me va diciendo que quedamos para volver a casa. Buena idea, me perdería, Londres es muy grande. Cierro los ojos, cojo aire, y entro. No hay nadie. Nadie a salvo de un chico. Es un chico rubito. Se le ve raro. Creo que está leyendo un comic o algo así. Prefiero dejarle con sus frikadas y me doy la vuelta. Pero alguien me para. Debe ser el profesor.

Profesor: (Ya en inglés) ¿Dónde cree que va usted? ¿Es la nueva verdad?

Yo: Si señor. ¿Es esta mi clase?

Profesor: Si. Pasa.

Vale, pedía a poca gente, pero ¿tan poca? ¿Solo un chico y yo? Y encima me toca el más rarito de todos.

Yo: “Sorry” señor. ¿Seguro que voy aquí?

Profesor: Si, por supuesto. No tienes aun un buen nivel de idioma como para hacer clases normales. Por ahora tendrás que quedarte aquí, conmigo y el señorito Fletcher. Por cierto, llámeme Sr. Bones.

Le contesto afirmando con la cabeza y me siento en uno de los miles de sitios que ahí repartidos por la clase. El rarito parece no haberse dado cuenta de mi existencia, ni la del profesor, está muy atento a su comic de… ¿Disney? ¿Pero ahí de eso? Ahora sí que me ha matado. Si es que mis padres tenían razón, me tenía que haber apuntado a la escuela esa de cursillos intensivos de inglés, por lo menos ahora mismo no estaría aquí, con el pardillo este, como una tonta.

Sr. Bones: ¿Ha traído el material necesario para hoy señorita…

Yo: Sánchez. Patt Sánchez.

Sr. Bones: Srta. “Sanches”?

Yo: Pues, no señor, no tengo el horario aun.

Me da el horario y la lista de libros que tengo que llevar. No tengo todos aun, asique me ha servido de mucha ayuda.

Sr. Bones: Da igual si no los tiene. Tenemos que empezar cuanto antes, asique el Srto. Fletcher y usted compartirán el libro por hoy. ¿Srto. Fletcher, me está usted escuchando?

El “Srto. Fletcher” está apagado o fuera de cobertura en este momento. Parece ido a otro planeta, al Disney. El profesor se acerca sigiloso hacia él y le asusta, haciendo que su comic se caiga al suelo.

Sr. Bones: ¿Quiere que le recuerde que hace aquí Fletcher? A la próxima se queda sin él. ¿Me ha entendido?

El chico le mira con temor. Ahora me da pena. Me voy a agachar a recogerle el comic, y coincidimos en el mismo tiempo. Su mano me acaba de tocar. Esta súper fría, demasiado. Levanto la vista y le miro. Tiene ojos marrones, es rubio, como había apreciado antes y tiene una barbilla bastante grande. Aun así, es muy mono. No lo habría imaginado. Me da las gracias y aparta rápidamente la vista de mis ojos. Sé que él también se los ha quedado mirando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario